En ocasiones, las familias sufren terribles perdidas que se vuelven irremplazables, como la triste historia de Michael Fotheringham de 33 años y padre de cinco hijos: Keira, Rebecca, Lacey, Winter y Thomas. El cabeza de su familia esperaba su hijo número seis con su prometida, Stephanie Brown pero todo se complicó y el nacimiento tuvo que ser prematuro.
La madre llevaba un embarazo dentro de los parámetros hasta que en la semana 18 se dio cuenta que empezó a perder líquido amniótico, poniendo en peligro la vida del bebé y de Stephanie. Como si de una emergencia se tratara se dirigieron al hospital y ahí Michael tuvo que tomar una decisión sobre a quien salvar si llegaba el momento crítica de tener que hacerlo.
“El médico que daría a luz me llevó a un lado y me preguntó, ‘si llega el momento, ¿quién sobrevive? ¿Madre o bebé?», narró el afligido padre originario de Inglaterra.
Pese a los riesgos que representaba, los doctores a cargo hicieron todo lo posible para salvar ambas vidas. Así fue como nació Mickey Robert Gerry Fotheringham McConnell, con solo 538 gramos y de un tamaño preocupante, el bebé tuvo que pasar 3 meses en el hospital.
Debido a diferentes complicaciones de salud, el pequeño no logró sobrevivir más de 8 meses. A manera de homenaje, su papá lo comenzó a llamar «pequeño guerrero» y lo despidió con unas emotivas palabras despedida: “Es la estrella más brillante que he conocido”.
Afortunadamente, Stephanie pasó por momentos complicados debido a complicaciones antes y después de tener al bebé, por lo que toda la familia también sufrió por momentos difíciles.
“Todos estaban escépticos acerca de su supervivencia. He estado al lado de Stephanie en los peores y más aterradores momentos de mi vida. Con su pérdida de líquido, teniendo que sostener a Mickey en su cuerpo durante 6 semanas, fue agotador, física y mentalmente”, comentó.
Aunque Mickey pudo conocer su hogar y a sus hermanos, durante su estancia en cuidados intensivos desarrolló metahemoglobinemia, causando que sus pulmones no pudieran sostener su cuerpo en crecimiento.
Antes de llevarlo a casa los doctores les advirtieron que era muy probable que el bebé no viviera por mucho tiempo. Fue así que el pasado 24 de julio despidieron tristemente al miembro más pequeño de la familia.
“Luchó una batalla larga y complicada, murió en paz y sin dolor en los brazos de su madre. Era la estrella más brillante que he conocido, nunca olvidaré el impacto que mi hijo tuvo en esta tierra, realmente era un guerrero. Él estaba sufriendo, ahora está en paz, brilla intensamente mi pequeño guerrero. Descansa en paz nuestro hermoso hijo“, dijo Michael.
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