‘El Charro de Huentitán’ falleció hace unos días, el 12 de diciembre a las 6 am aproximadamente. Murió en su tierra, Guadalajara, Jalisco y en la compañía de su familia. Vicente Fernández pasó poco más de 4 meses hospitalizado por una caída que sufrió en agosto y después el panorama se complicó.
El mundo de la música y México están de luto, la partida de Chente deja a la música ranchera sin uno de sus máximos exponentes y es poco probable que alguien pueda ocupar su lugar.
La familia pidió respeto y consideración para despedirlo, son ellos los que sentirán más la ausencia del cantante. Dona Cuquita, la mujer con la que estuvo casado por casi seis décadas, sus tres hijos: Alejandro, Gerardo y Vicente Jr., y su hija adoptiva: Alejandra.
La única hija de Vicente Fernández siempre se ha mantenido lejos de la fama de su padre o hermanos, vive tranquila y sin los reflectores de las cámaras.
Su historia resulta ser casi de telenovela, no se sabe mucho de ella, ni que hace o cómo es que llegó con los Fernández. En una de las entrevistas que concedió el ‘Charro de Huentitán’ contó cómo fue que la pequeña Alejandra se volvió parte de la familia.
“Alejandra es hija de Gloria, una hermana de mi mujer. Pero como yo no tuve hijas… La historia de Alejandra, tenía, no sé, 40 días de nacida, entonces fue un día de mi cumpleaños y yo vivía en Guadalajara, y me dejó a la niña. La dejó y jugué con ella hasta que se quedó dormida. Luego la metí a la cuna y le dije ‘ya duérmete’ y se durmió. Con eso me ganaron”, contó Vicente.
Sin tanto alboroto ni declaraciones frente a cientos de medios, Vicente dijo que Alejandra es en realidad su sobrina pero la consideró como suya desde el primer momento que la vio, además de que para ese entonces estaba seguro que sería la única hija que tendría.

La pequeña pasó sus primeros años con los Fernández, ella desconocía su origen y llamaba tía a la que era su madre, cuando la niña tenía cuatro años, Gloria fue por ella. Vicente y Cuquita la entregaron pero luego de un tiempo, varios problemas de salud y la infelicidad de Alejandra, ella regresó con su verdadera familia.
“Ella para mí es mi chiquita y hubo un tiempo en que me la quitó mi cuñada. Yo me iba a la hacienda y bramaba, hasta que ella notó que yo estaba enflacando. Me dijo: ‘no, la niña tampoco puede’, empezó a tartamudear, la niña tenía cuatro años. Me la trajo. Mis cuñadas son como mis hermanas, entonces me vio sufrir tanto que me la volvió a traer y me dijo que me la quedara”, contó el charro.
A pesar de tener una vida alejada de los medios de comunicación, Vicente temía por el futuro de su hija, pensaba que el hombre que quisiera estar con ella tenía que ser alguien que la quisiera por ser Alejandra Fernández y no la hija de Vicente Fernández.
El rancho ‘Los Tres Potrillos’ fue el lugar que escogieron para que familia, amigos y fanáticos le dieran el último adiós al ‘El Charro de Huentitán’, a su llegada, Alejandra declaró que su muerte tuvo que ver con una complicación derivada de una falla orgánica por el Síndrome de Guillain-Barré que le diagnosticaron en el hospital.
Reveló también que su última voluntad era ser enterrado en el jardín central de su rancho, la cual mantuvieron.
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