Al parecer la monarca presentía que pronto dejaría este mundo y tomó cartas en el asunto.
La partida de la reina Isabel II, la soberana más longeva del Reino Unido conmocionó a todo el mundo. A sus 96 perdió la vida pero dejó un gran legado en siete décadas de reinado. Durante los últimos meses, la salud de la reina era delicada y no se le vio mucho en eventos públicos pues necesitaba descansar.
Pero al parecer hizo más que eso pues se dedicó a revisar y modificar algunos documentos legales para dejar todo en orden antes de su fallecimiento. Por supuesto, el documento más relevante en estos momentos es el testamento y entre los cambios que hizo, dejó fuera a la esposa de su nieto así como a sus bisnietos.
De acuerdo con el International Business Times, la monarca fue muy específica en la forma en que debían ser repartidas sus joyas una vez que dejara este mundo. Y tanto Meghan Markle, duquesa de Sussex, como su hija, la pequeña Lilibeth; quedaron fuera de la repartición.
En cambio, le dejó casi a todo a Kate Middleton.
Las joyas de la reina, valuadas en 110 millones de dólares, serán en su mayoría para la nueva Princesa de Gales, Kate Middleton, esposa de William, el próximo heredero al trono. Asimismo, la princesa Charlotte, bisnieta de la reina, recibirá parte de las joyas.
Otros miembros de la familia real también serán merecedores de parte de la colección de alhajas de Isabel II. Sin embargo; resalta que ni Meghan ni sus hijos fueron considerados en esta herencia.
La monarca, que falleció la tarde del 8 de septiembre; hizo las modificaciones a su testamento el pasado 30 de agosto. Anticipándose a su partida decidió, por alguna razón, dejar fuera a la esposa de su nieto Harry, duque de Sussex así como a los hijos de éste.
Cabe mencionar que hace unos años, tanto Harry como Meghan decidieron ya no formar parte de la familia real y se mudaron a Estados Unidos para comenzar una nueva vida. Esta podría ser la razón más congruente por la cual la reina no quiso incluir a dichas personas en su testamento.
Además, Kate será la próxima reina consorte una vez que William ascienda al trono; por supuesto, luego del actual rey, su padre. Quizás este es otro motivo por el cual la reina Isabel II tuvo especial consideración con la princesa de Gales y su hija Charlotte.
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