El niño le ponía apodos como “estúpido” o “imbécil a sus compañeros de clase. Por lo tanto, su mamá lo mandó a la escuela con una camisa especial para avergonzarlo de sus acciones. La mujer declaró que hizo lo que tenía que hacer para detenerlo pero no todos estuvieron de acuerdo.
El abuso escolar es algo que afortunadamente se ha estado dejando de normalizar en muchos países. Está demostrado que un ambiente donde algunos niños reaccionen violentamente hacía con sus pares, puede repercutir de manera negativa en aquellos que son amenazados. En Estados Unidos, mayormente, los casos de bullying han terminado en verdaderas masacres por medio de tiroteos. Este tipo de desenlaces nos ha hecho saber que se trata de un asunto totalmente serio y con una urgencia de ser combatido.

Afortunadamente los padres actuales son más conscientes de la gravedad de estos tipos de comportamientos e intentan impedir que sus hijos los repliquen. Es por esto mismo que una madre en Texas decidió darle a su hijo una lección a temprana edad.
Esta madre se enteró que su pequeñin invertía parte de su tiempo en molestar a sus compañeros tanto en el salón como en el patio de la escuela. Su hijo le ponía apodos a sus compañeros como “estúpido” o “idiota”, así que al día siguiente lo mandó a la escuela con una camisa que decía “Soy un matón”.

La madre del niño, Star, habló para la ABC contando que la razón por la que publicó la foto en redes sociales no para avergonzarlo, si no para mostrarle a los padres de los niños que pudieron haber sido víctimas de las acciones de su hijo que ella ya se estaba encargando de darle una lección. “Hice lo que tenía que hacer para detenerlo“, agregó.
Sin embargo, la fotografía en la que se ve el rostro del niño, se difundió en redes sociales y algunas personas no se tomaron a bien el castigo mediático que uso la madre, ya que estaría haciendo lo mismo que está tratando de eliminar en su hijo, pues al enviarlo a la escuela así podría ser igual de humillante y severo.

El Dr. Richard Pesikoff, psiquiatra infantil, contó que los castigos deben intentar hacerse evitando la exposición y que “mandarlo a la escuela con una camisa que lo humille puede terminar haciendo más mal que bien”.

Star admite que es una madre tradicional, que no intenta endulzarles la vida a sus hijos, pero tampoco se considera cruel. Cree de todo corazón que su hijo “sobrevivirá” a este castigo y que con el pasar de los días ya ha demostrado un cambio sustancial en sus actitudes hacia sus hermanas y primas.
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