A ella no le importa si su estilo de vida extravagante le ganaba algunas críticas: “Esto es lo que valoro y estas son mis metas”.
Establecer una relación, o incluso acordar una cita con alguien es toda una montaña de emociones. Es impredecible saber cómo se desarrollará, si será un momento de incomodidad o si terminará de manera exitosa. Lo cierto es que muchos tienen claro en qué consiste una cita: salir y conversar para conocerse.
Sin embargo, no todas las personas perciben las citas de la misma manera, para unos es ir al cine, para otros puede ser ir a un bar, a comer. Otros tantos tienen expectativas más altas y costosas que el resto de la gente común.
Por medio de una entrevista con Mirror, una joven a quien llamaremos Amy para proteger su identidad, reveló que no sale con jóvenes “promedio”. Sus citas solo se basan en disfrutar de los lujos que una persona con cierto estatus social puede entregar.
Amy también aseguró que “Solo salgo con chicos que gastan más de 100 mil dólares para impresionarme”.
La chica de 26 años contó que ha viajado a Mónaco y a París solamente para tener una cita con algún hombre al que “le gusten las cosas buenas”: volar en jets privados, navegar en yates y cenar en lugares lujosos.
“Nueve de cada 10 de mis citas han sido directores ejecutivos porque me gustan las personas que tienen mucho éxito y son muy libres financieramente y los directores ejecutivos suelen tener más libertad con sus propios horarios“, contó la influencer de viajes.
Amy es una usuaria regular en la nueva tendencia de citas “Dating Up”, donde las personas buscan parejas con altos estilos de vida y tengan sueldos millonarios.
“Me encanta el lujo: los artículos de lujo, la moda. Me atraen naturalmente las cosas de calidad. Es un estilo de vida donde es muy fácil, muy conveniente, muy hermoso, inspirador y emocionante. Estar rodeado de personas de ideas afines me ha demostrado que esto es lo que quiero en mi vida“, aseguró.
Este estilo de citas requiere generalmente viajar hasta los lugares donde los pretendientes acordaron. Es por eso que Amy suele hospedarse en hoteles de lujo y tener horarios flexibles, ya que es una influencer de viajes.
A pesar de los malos comentarios y las críticas que a veces recibe por su estilo de vida lujoso, Amy explica que “tengo mi propio dinero. Soy súper independiente“.
“En realidad, no encuentro mucha gente que me critique por eso, pero si lo hacen, simplemente diría, ‘oye, esta es mi vida, esto es lo que valoro y estas son mis metas‘“, cerró.
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