Tienda abre “cajas lentas” para que la gente tenga con quien hablar.

Esto surge como un medio para que los adultos mayores que se sienten solos puedan quedarse a platicar con el cajero sin ninguna prisa. 

A todos nos ha pasado que estamos en la fila para pagar y de repente entablamos una conversación muy amena con nuestro cajero o la persona que nos atiende. Sin embargo, hay personas detrás de nosotros que esperan ser atendidas, por lo que tenemos que cortar la plática para que la atención fluya. 

Si nos ponemos a pensar, estos momentos de interacción son muy valiosos para un sector de la población que se encuentran solos en casa y esta es la única conversación con otros que pueden tener. Pensando en esto, la franquicia de supermercados holandeses Jumbo implementó el “carril lento”. 

Este es un carril de pago especial, diseñado específicamente para aquellos clientes mayores que aprecian una buena conversación con su cajero. 

Tiene como objetivo brindar una experiencia de compra más personal a sus consumidores que puedan sentir aislamiento o soledad. Los cajeros del carril lento están capacitados para tomarse el tiempo de conectar con los clientes y brindar un ambiente acogedor y amigable. Esto ayuda a crear un sentido de comunidad y pertenencia a los adultos mayores que tienen menos oportunidades de interacción social. 

La iniciativa de Jumbo forma parte del plan de la empresa de promover la inclusión social, buscando abordar esta importante problemática social. Pero no solo es la implementación del “carril lento”, si no también otros programas para apoyar a los mayores. Tales son el servicio a domicilio o los descuentos especiales. 

“Si podemos jugar incluso un pequeño papel en la lucha contra la soledad, eso es genial. Esto es lo que queremos ser en Jumbo: ver realmente al cliente, tocar el corazón, ver la alegría en la cara”, asegura la directora general de la empresa, Colette Cloosterman-van Eerd

El carril lento ha tenido una excelente recepción por parte de su público, más que nada por brindar una sensación de conexión social. Muchos clientes mayores informan que el carril lento los hace sentir más cómodos y bienvenidos en la tienda, y que las conversaciones con los cajeros han ayudado a aliviar los sentimientos de soledad y aislamiento. Los empleados que participan también afirman que el carril los ha ayudado de manera positiva. Este los llena de satisfacción al poder conectarse y marcar la diferencia en la vida de los clientes. 

“Debido a todos los medios digitales y las prisas cada vez más grandes, se nota que la necesidad de calor humano es cada vez mayor. Realmente es un pequeño esfuerzo ayudar a llenar la bolsa en las cajas y tener una agradable conversación al mismo tiempo. Demuestras que todos importan”, añade la Cloosterman-van Eerd.

El “carril lento” también ha recibido elogios por parte de expertos en salud mental. Estos han resaltado la importancia de la interacción y conexión social para mantener una buena salud mental, particularmente para los adultos mayores que pueden estar en riesgo de aislamiento y soledad.

Esto es una demostración de cómo grandes empresas pueden jugar un papel positivo en las problemáticas sociales. Países Bajos ha dado un nuevo paso en la modernización de los supermercados. En este caso, ha sido la cadena Jumbo quien ha puesto de moda las denominadas ‘cajas lentas’, cuyo fin tiene un marcado carácter social y que destaca por un mayor contacto con el cliente.

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