Respira. Serás madre toda la vida pero tus hijos crecerán y ten la seguridad que aunque hoy veas que todo es muy difícil, a medida que pase el tiempo todo ira mejorando para ambos. No te apresures en ser una mamá perfecta, tú eres la mamá perfecta para tú hijo.
Por eso preocúpate por enseñarle las cosas importantes y divertidas de la vida, trabaja menos, esa reunión tan importante puede esperar unos minutos mientras juegas con tu hijo o construyen un enorme edificio.
No olvides que esos abrazos son los primeros y los últimos que querrás tener mezclados con tu cuello, tú hijo es esa cita a ciegas a la que vas teniendo la certeza de que ese día sera el inicio de una vida llena de alegría y emociones muy interesantes. Ser mamá es una experiencia que te ayuda a darte cuenta lo fuerte y sobre todo de el amor que puedes llegar a sentir por otro ser vivo. A fin de cuentas solo tu hijo conoce los latidos de tú corazón desde dentro.
Dile siempre cuanto lo amas y sobre todo demuéstraselo en cada momento que puedas, hacerlos felices requiere de muy poco, solo tú tiempo y amor incondicional.
Las paredes se pueden volver a pintar, ese objeto de la casa puede reemplazarse por otro. No te preocupes por las cosas materiales, más adelante podrás enseñarle el valor de las cosas. Recuerda que los gritos de mamá duelen y te marcan para toda la vida.
Trata de ser esa mamá que tal vez soñaste con que fuera la tuya, lamentablemente las generaciones de antes no tenían a la mano tanta información y por falta de conocimiento no lograban entender las necesidades afectivas de sus hijos, consiguiendo con esto que los padres de hoy lleven sobre su espalda el peso de muchos años de problemas.
Ten siempre presente que los niños no necesitan tanto juguetes o aparatos costosos para ser felices, las cosas materiales no te dan la felicidad, es el tiempo de calidad, las palabras de aliento y el amor lo que hace que tengas a tu lado a un niño feliz y seguro de sí mismo.
Es muy importante que además de validar tus emociones hagas lo mismo con tu pequeño, recuerda que él una persona diminuta que aun no conoce las herramientas que necesita para gestionar todas sus emociones, eres tú su ejemplo, su guía y su refugio. No te conviertas en el temor de tus hijos, escúchalos, entiéndelos y sobre todo respeta su punto de vista, porque aunque no lo creas de es amanera estas formando al adulto de mañana, quien será cabeza de familia y pilar fundamental de un hogar.
No olvides compartir esta publicación y déjanos tú comentario sobre la manera en como fuiste criada por tu madre y dinos que consejo puedes darle a esas futuras mamás que solo quieren poder hacerlo bien para el bienestar emocional de sus hijos.
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