Argumenta que no tuvo un buen asesoramiento y luego de 11 años se arrepiente de su decisión.
Hay decisiones en la vida que no deben tomarse a la ligera porque ya no hay vuelta atrás. Una de ellas es el cambio de sexo, pues implica procedimientos médicos prácticamente imposibles de revertir. Actualmente vivimos en una época donde hablar sobre asuntos de identidad de género es mucho más fácil y aceptado. Es por eso que cada vez vemos a más personas ejerciendo su identidad libremente y cambiándola si es que no se sienten cómodos con el género con el que nacieron.
Sin embargo, esta facilidad para llevar un proceso de transición; si no se trata con el suficiente cuidado, puede tener consecuencias indeseadas. Esto le ha pasado a decenas e personas que, luego de vivir como el género opuesto, se dan cuenta de que en realidad no querían eso y desean regresar al genero de nacimiento. Aunque muchas veces esto ya no es posible.
Jay Langadinos es un hombre trans originario de Australia que hizo su transición hace poco más de una década y hoy está profundamente arrepentido. En especial porque era muy joven y no obtuvo un buen asesoramiento por parte del psiquiatra, por lo que ahora lo están demandando.
Nació como mujer y a los 19 años notó que no se sentía como tal, sino como hombre.
En ese momento, ella sabía que cambiar de sex0 no era cosa fácil, así que prefirió consultarlo primero con un psiquiatra. Jay quería estar segura antes de hacer algún movimiento y actuó bien al acudir con un especialista; sin embargo, parece que no recibió un buen trato por parte del profesional.
Jay acudió con el doctor Patrick Toohey, quien luego de una sola sesión aprobó la transición de Langadinos. Lamentablemente, 11 años después se dio cuenta de que no se sentía bien siendo hombre trans y que en realidad, en su interior siempre se ha identificado como mujer. Pero ya era demasiado tarde pues se había sometido a varias cirugías en las que le extirparon el útero y los senos además de tratamientos hormonales.
Ahora tiene 31 años de edad y asegura que no sabía las consecuencias emocionales, físicas y sociales que la reasignación de género le traería a su vida. Y tras una década de haber hecho el cambio irreversible, Jay está profundamente arrepentida.
La australiana asegura que Toohey le dio un mal asesoramiento y lo ha demandado por su negligencia. Según ella, la recomendación del psiquiatra fue demasiado rápida y cree que de haber llevado un mejor proceso psicológico, tal vez no se habría aventurado en un cambio de género.
Luego de reflexionar, Lagadinos se dio cuenta que en aquel momento solo sentía atracción por otras mujeres; pero eso no significaba que debía cambiar de sex0. Simplemente era una mujer a la que le gustaban otras mujeres y no por eso automáticamente debía ser hombre.
Jay nuevamente ha decidido identificarse como mujer aunque ya no será como antes. Mencionó que lo más triste de todo esto es que debió despedirse de su sueño de ser madre. Calificó la situación como «algo devastador».
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