Todos estamos familiarizados con la fragilidad de un huevo. Sabemos que un pequeño golpe puede romper el cascarón y el ave que está dentro tendrá un final trágico. Sin embargo, hay personas que tienen unas manos delicadas y pueden conseguir que un diminuto y frágil huevo se convierta en una ave preciosa.
Alwyn Wils es un youtuber que se dedica a incubar huevos de aves, criarlas y/o rescatarlas. Desde que era niño, le gustaba ayudar animales en apuros. Él vive en Haarlem, Países Bajos y le cuenta al mundo cómo ayuda a las aves necesitadas a través de videos que comparte en su canal de YouTube A Chick Called Albert, donde muestra todo el proceso de rehabilitación de estos lindos animales emplumados.
Esta ocasión, el hombre encontró un diminuto huevo en el suelo de una jaula en una tienda de mascotas. Esa criatura hubiera estado condenada a un destino fatal de no ser por Alwyn, quien de inmediato decidió llevarse a casa ese huevo e intentar hacerlo eclosionar.
En aquella jaula había un par de periquitos y de acuerdo con la encargada, la hembra había sido comprada recientemente, solo el macho quedaba allí, y el huevo parecía abandonado en el suelo de la jaula.
Las probabilidades de que el animal sobreviviera eran prácticamente nulas, así que Alwyn pidió llevarse el huevo a casa para salvarlo, y la tienda aceptó.
De acuerdo con Alwyn, los pericos son la especie de loros más pequeña; por lo tanto, el huevo de un perico es increíblemente pequeño. El que llevó a casa cabía en una caja de fósforos.
El hombre puso la caja en una incubadora y esperó.
Luego de dos días, Alwyn puso el huevo a contraluz para verificar su algo estaba pasando en su interior, pero parecía que no se estaba desarrollando una vida. Sin embargo, el hombre no se rindió y siguió esperando.
Al cuarto día se pudo ver un latido de corazón.
Observar ese pequeño movimiento era algo verdaderamente hermoso y emotivo. El siguiente paso era esperar a que el periquito siguiera desarrollándose. Alwyn explicó que todos los huevos necesitan ser girados tres veces al día; esto simula la forma en que las aves empollan.
¡Después de 19 días, finalmente salió del cascarón!
Alwyn escuchó ruidos en la incubadora y fue a revisar: el periquito estaba intentando salir del huevo y se puso a píar. Al parecer, este pequeño es uno muy ruidoso pues todo el tiempo está emitiendo sonidos. Además, el ave estaba teniendo problemas para desprenderse de su cordón umbilical y separarse completamente del cascarón, así que el hombre tuvo que darle una pequeña ayuda.
Con el polluelo recién nacido, ahora Alwyn tenía que pasar más tiempo vigilándolo.
Aprendió cómo y con qué alimentar a su periquito para que creciera sano y fuerte, aunque ponerlo en práctica no sería tan fácil. Preparó una mezcla, la puso en una cuchara que acercó al pico del perico y esperó a que tragara algo por sí mismo.
El periquito debía ser alimentado 8 veces al día.
Alwyn cuidó devotamente al periquito. Lo alimentaba, le daba calor y lo cuidaba en todo momento; incluso se hicieron amigos. Pronto comenzaron a salir las plumas del ave y solo era cuestión de tiempo para que aprendiera a volar.
Un día, el periquito desplegó sus alas y emprendió el vuelo. Ya estaba listo para la vida.
Mientras tanto, Alwyn no dejaba de pensar en el padre de ese periquito, que se había quedado en la tienda de mascotas.
El hombre llamó a la tienda para preguntar por ese loro y afortunadamente le dijeron que todavía estaba allí; así que Alwyn no lo pensó dos veces y se dirigió hacia allá para comprarlo y llevarlo a casa con su hijo, logrando así una pequeña reunión familiar.
El encuentro entre ambos periquitos fue hermoso.
Alwyn piensa que este par pudo reconocerse y saben que son padre e hijo, aunque no lo sabe con certeza; pero le gusta creer que hubo una conexión entre ambos periquitos y son muy felices por estar juntos.
Toda la experiencia quedó registrada en un video que compartió Alwyn y que puedes ver a continuación:
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