Un joven padre se despertó sordo y ciego por la carga de trabajo

Son muy pocas las personas que toman precauciones por los síntomas que puede causar el estrés por trabajo en exceso, algunos porque desconocen que puede causar daños mayores y otros porque no tienen otra opción. Guido Fernández Cornide, argentino, fue víctima del exceso de trabajo, que a sus 35 años lo dejó ciego, sordo y en coma.

Guido trabajaba como productor de televisión en una importante cadena y día tras días se llenaba de mucho estrés, todo esto debido a las exigentes tareas que implica su trabajo. Por lo que este hombre no pensaba en otra cosa que no fuera su trabajo. A pesar de que es un hombre casado y con dos niños, su vida giraba entorno a su empleo, se volvió en una obsesión.

Cuenta que un día amaneció con dolor de oídos pero no le prestó atención, evidentemente no podía faltar a su jornada laboral por ir al médico. Días después, al ser el dolor insoportable, acudió a urgencias a que le inyectaran algo, fue en ese momento que le indicaron que se trataba de una otitis, pero él hizo caso omiso y continuó su día.

Esa misma noche, su esposa lo encontró convulsionando en la cama, orinado e inconsciente. Al pasar unas horas, le diagnosticaron meningitis feroz provocada por la bacteria Neumococo, ocasionada por la otitis no tratada. Luego de 21 días en coma inducido, Guido despertó pero de una manera que nadie se esperaba: estaba ciego y sordo. Estuvo hospitalizado durante 4 meses, donde recibió tratamientos, ayuda y apoyo hasta lograr oír nuevamente.

Fueron meses muy fuertes, pero Guido logró recuperarse y dejar el trabajo que lo consumió por completo, ahora tiene su propia productora audiovisual. La historia de este hombre ha dado la vuelta al mundo por su gran significado. Vale la pena compartir.