¿Un mortal lago rojo que convierte a los animales en piedra?

Al norte de Tanzania puedes encontrar uno de los lagos más interesantes del mundo: el lago Natrón, atractivo y peligroso al mismo tiempo. Localizado en el Gran Valle del Rift, comparte la frontera con Kenia. Su superficie aproximada es de 600 a 800 km², aunque puede llegar a alcanzar los 1040 km², y de él se extraen sales de cloro, sodio y magnesio.

Contiene agua extremadamente alcalina, tiene un pH de 10,5 en gran parte debido a la presencia del estratovolcán Ol Doinyo Lengai, su cercanía hace la alcalinidad se eleve por encima de lo normal que sería 7. La evaporación es la única forma para que el lago pierda agua ya que no tiene desembocaduras en mares o ríos.

Muchos de los visitantes y locales han quedado sorprendidos por el interesante color rojizo del lago y su explicación es por los microorganismos que viven en sus aguas saladas llamadas haloarqueas.

Muchas de estas criaturas sobreviven por los altos niveles de pH, anunciando que pese a lo extraño de la situación, el lago Natrón no es estéril. De hecho, varias bandadas de flamencos y tilapias han sido vistas en los últimos años; más de 2 millones de flamencos lo utilizan como su caldo de cultivo.

Pero aunque el ambiente no puede ser el más propicio, muchos de ellos no sobreviven porque inmediatamente cuando aterrizan fallecen. Hay algunas fotos que muestran varios cadáveres conservados gracias a los minerales de sodio y otras sales que los propios egipcios usaban para las momificaciones.

Nick Brandt atraído por el misterioso lago se dirigió a realizar una impresionante sesión fotográfica, para lograrlo colocó varias criaturas de forma estratégica para que pareciera que el lago las convirtió en piedra.

Los únicos seres capaces de sobrevivir en este ambiente son los peces alcolapia alcalica, adaptados a sus duras condiciones, y como dijimos anteriormente, los flamencos, que consumen sus algas filtrando las aguas alcalinas con su pico.

A continuación, un poco del trabajo del fotógrafo.