Desde el momento en que empezó la pandemia muchos pensamos que sería cuestión de unos meses, que su propagación sería controlada y que la vacuna contra el covid-19 llegaría inmediatamente.
Jamás esperamos vivir esto por lo que estamos atravesando, la pérdida de miles de personas diariamente a nivel mundial, el miedo a lo incierto y el aislamiento total y definitivo de nuestros familiares.
Afortunadamente para aquellos pacientes covid Dios dispuso para cada uno de ellos unos ángeles llamados médicos y enfermeras, quienes tienen en sus manos el poder y la responsabilidad de ayudar al enfermo y tranquilizarlo cuando ya se sienten agotados de tan ardua lucha.
Tal cómo está ejemplar enfermera, que se las ingenió para poder tranquilizar a su paciente y hacerla sentir acompañada en todo momento.
Lidiane Melo es la enfermera que creo “la manito pequeña” o “la mano de Dios”, originaria de Río de Janeiro, Brasil, se ha encargado de prestar la ayuda a todos los pacientes con covid, algunos saliendo victoriosos y muchos otros perdiendo la batalla en el camino.
Sin embargo unos de los casos que conmovió a la enfermera Melo fue la de una madre que le suplicaba a Dios que le diera fuerza y salud para poder ver a sus hijas nuevamente.
“Ella no quería dejar a sus hijas, solo pedía poder seguir disfrutando de sus pequeñas, escucharla era muy doloroso”.
La madre temía empeorar, llegar a ser intubada y enviada a UCI, todas estas preocupaciones le generaron una angustia exagerada en donde no podía respirar y fue en ese momento que Melo descubrió cómo podría ayudar a su paciente.
Rápidamente busco dos guantes, los lleno con agua y los amarro, entre los guantes colocó la mano de la paciente y así logró tranquilizarla.
“Hice las manitas y así logre calmarla, por un momento ella pensó que era mi mano quien sostenía la suya y yo solo le contesté que no pensara que era mi mano, que pensara que era la mano de Dios quien la sostenía para guiarla y ayudarla a salir de allí, junto con sus hijas”.
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