Luego de los recientes y polémicos eventos, la pareja se ha visto bajo el escrutinio público. Pero no es la primera vez que sucede, ya que desde el 2018 dieron a conocer todos los obstáculos que han tenido que superar para continuar con su relación.
En su programa de entrevistas Red Table Talk, Jada Pinkett habló de lo tormentosa que ha sido su relación de más de 20 años con Will Smith y comenzando por su «horrible boda» en diciembre de 1997.
Parecía que ella era feliz en su matrimonio aunque su marido era el mismo demonio, tenía el hombre un poco de mal genio pero ella decidió quedarse con él aunque no le mandara un ramito de violetas.
El primer encuentro
Jada y Will se conocieron en una audición para El príncipe de Bel-Air, la joven actriz esperaba obtener el papel de la novia del protagonista pero fue rechazada por su baja estatura. Sin embargo, Will no se olvidó de su rostro y asistió a una grabación de Un mundo diferente con su compañero de reparto Alfonso Ribero para encontrarse con Jada. Entonces, en un giro del destino; Will conoció a la actriz Sheree Fletcher Zampino, se enamoraron y se casaron.
Poco tiempo después, Will y Sheree le dieron la bienvenida a su primer hijo Trey y todo parecía marchar de maravilla; pero el hombre nunca olvidó a Jada. Finalmente, Will pudo tener una conversación con Jada en un club de jazz de Los Ángeles y se dio cuenta de que había una chispa entre ambos. Sin embargo, Smith nunca tuvo intenciones de hacer algo más porque estaba casado y no quería divorciarse; así que, cuando se dio cuenta que su esposa no era con quien quería estar verdaderamente, no hizo más que llorar en el baño de un restaurante. En ningún momento cometió una infidelidad.
Por otros motivos, Zampino le pidió el divorcio y con esta noticia, Will llamó inmediatamente a Jada para invitarla a salir. La actriz de Matrix acababa de mudarse a Baltimore, donde compró una granja; cuando de pronto recibió la llamada de Smith, quien le preguntó «¿Estás saliendo con alguien?». Ella respondió que no a lo que Will dijo «Ahora estás saliendo conmigo». Y así es como empezó su relación.
Luego de varios años, la actriz reflexionó en lo «tonta» que fue su decisión de abandonar su nuevo hogar sin siquiera haber pasado una noche allí, pero cree que hizo lo correcto.
La boda
Jada dejó su granja y todo lo que tenía y se fue al sur de California para estar con su enamorado. Dos años después, Jada quedó embarazada y aunque estaba feliz por su bebé; ella sabía que no quería una familia tradicional.
Definitivamente Jada no quería casarse ni llevar una vida en matrimonio, pero su madre, Adrienne Banfield-Jones le dijo que tenía que hacerlo. En realidad, la madre solo quería vivir la experiencia de estar en la boda de su hija, así que insistió e insistió, prácticamente la obligó a casarse.
Jada, en un intento por complacer los deseos de su madre, se olvidó de prestarle atención a los suyos y quedó atrapada en un matrimonio que no quería.
No es que no quisiera casarse con Will Smith sino que le incomodaba la idea de ser una «esposa». No le convencían los ideales de cómo debe ser un buen matrimonio y una buena esposa. Por otra parte, el actor adoraba la idea de estar casado pues según él, el matrimonio lo haría un mejor hombre. Así que Pinkett cedió ante la petición de su madre y su futuro esposo.
«Este sería el primero de muchos compromisos que Jada haría a lo largo de los años que negaron dolorosamente sus propios valores», expresó Will en su libro Los jodidos 50.
Además, la ceremonia en sí fue «horrible», según recuerda Jada. Tenía tres meses de embarazo y no se sentía muy bien; todos los invitados podían ver la incomodidad y el río de lágrimas en su rostro.
«Fui llorando por el maldito pasillo, casándome”, recordó.
A pesar de eso, los actores, frente al altar, llegaron al acuerdo de permanecer toda su vida juntos a pesar de las adversidades y así lo han demostrado.
Los problemas
Al igual que en cualquier matrimonio, ser famosos no los salva de tener problemas de pareja. Así es como poco tiempo después de la boda comenzaron los conflictos y discusiones.
Jada Pinkett recuerda que ella tampoco quería mudarse a una casa más grande, esto dio pie a una gran discusión. Al final, terminó cediendo de nuevo y la familia se instaló en una nueva casa. «Nada bueno sale de invertir el dinero que tanto te ha costado ganar en una ‘casa familiar’ que tu mujer no quiere. Estás dando un anticipo a la discordia, y durante años estarás pagando una hipoteca de miseria. O peor», expresó el actor.
Por su parte, Will Smith recordó la vez que Jada lo insultó frente a su hijo Trey, quien estaba sentado en su regazo. Smith reaccionó y golpeó a Jada con un periódico, mientras irónicamente, le decía que no quería estar con alguien que maldecía o utilizaba la violencia para expresar sus emociones.
El protagonista de Hombres de Negro venía de un hogar violento, su padre golpeaba a su madre y él había sido testigo de todos los maltratos. Will no quería que una escena de ese tipo se desarrollara en su casa, así que habló con su esposa calmadamente para llegar a un acuerdo.
Ambos decidieron que lo mejor sería no hablar cuando estuvieran enojados. Resolverían el conflicto personalmente en privado y cuando estuvieran listos, irían con el otro a hablar sobre el problema, sin insultos, gritos ni violencia. La pareja además, tomó clases de comunicación y por 20 años han logrado superar sus problemas de manera asertiva.
Relación abierta
A pesar de haber mejorado su comunicación, la pareja seguía teniendo problemas y en un intento por salvar su matrimonio, llegaron al acuerdo de mantener una relación abierta. Según ellos, así no tendrían que esconderse de ellos mismos ni de la prensa, y la confianza segiría entre ambos.
Will comentó que él y Jada se separaron por un breve tiempo; ambos se dijeron que irían a buscar cómo ser felices por separado. Es en ese momento que Jada comenzó a salir con el cantante August Alsina y se les vio juntos en una alfombra roja; así comenzaron los rumores de infidelidad. Pero pronto fueron desmentidos porque Will y Jada conocían su acuerdo mutuo.
Sin embargo, de acuerdo con Jada; estar con el cantante la hizo darse cuenta de la conexión tan grande que tenía con su esposo y decidió regresar con él. Aún así, la pareja decidió mantener el acuerdo de la relación abierta y darse la libertad para estar con otras personas si eso los hacía felices.
Se mantienen unidos
Jada nunca creyó en los matrimonios tradicionales pero no estaba dispuesta a pasar por un divorcio tampoco, pues a pesar de los problemas, ella está segura de que ama a su esposo.
Entonces, la opción de practicar la poligamia en su matrimonio, llevó a Jada y Will a unirse un poco más; contrario a lo que se podría esperar. Ambos estaban dispuestos a salvar su relación a como diera lugar.
Los actores estaban conscientes de que su matrimonio no podía convertirse en una prisión, así que optaron por darse libertad, confianza y apoyo incondicional, que para ellos es la muestra más grande de amor.
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