16 fotografías de objetos que decidieron mostrar su verdadero rostro

Estamos acostumbrados a ver personas en todas partes; casi en cualquier lugar, podemos mirar hacia un lado o hacia otro y nos encontraremos con un rostro. Este puede ser amigable o no pero lo cierto es que sabemos reconocer muy bien las características faciales y podemos identificar fácilmente a alguien mirándonos también.

A veces puede ser bastante incómodo que un desconocido te observe por unos cuantos segundos; sin embargo, sabemos que así somos los humanos y muchos animales. Sí, también podemos sentir la mirada juiciosa de alguna mascota en la calle. Sin embargo, tal vez esto no sea tan espeluznante como sentirse observado y descubrir que el observador es nada más y nada menos que tu tostadora. O tu refrigerador. O tu zapato. O tu planta favorita.

No te preocupes, no te estás volviendo loco ni tus pertenencias quieren hacerte daño. Se trata simplemente de la pareidolia. Este es un fenómeno psicológico por el cual vemos caras donde naturalmente no las hay.

Esto sucede cuando le otorgamos una fuerte carga significativa a un estimulo visual vago. Es decir, que al ver pequeños detalles o elementos, nuestro cerebro los «distorsiona» de tal manera que vemos formas específicas, como rostros, animales y figuras. Así, dos puntos y una curva en las arrugas de una cobija se convierten en una cara feliz.

Este fenómeno es bastante común y por alguna extraña razón nos encanta. Por ejemplo, no por nada disfrutamos de voltear hacia el cielo, mirar las nubes y decir a qué se parecen. Pero muchas veces, la pareidolia aparece de la nada ante nuestros ojos y es algo fascinante.

A continuación te mostraremos algunas imágenes de objetos cuyo rostro podemos apreciar claramente.