A sus 7 años salvó más de 1500 perritos de ser sacrificados.

Este niño demuestra el gran amor que tiene por los animales trabajando todos los días para salvarlos. 

En la actualidad la sociedad se enfrenta a un fuerte problema de sobrepoblación de animales callejeros o sin hogar. Por esto mismo, muchos refugios prefieren sacrificar a algunos animales, pues no tienen los recursos para alimentar y cuidar a todos los que lo necesitan. Si bien existen cientos de casos donde perros y gatos son adoptados de un albergue, los que se quedan en el refugio pueden llegar a significar una carga para el establecimiento. 

Afortunadamente, cada día son más los refugios que deciden cambiar sus políticas para declararse libres de estas prácticas.  

Roman McConn junto a su madre Jennifer, al percatarse de la terrible situación que viven cientos de animales, decidieron hacer algo al respecto. Fue así que decidieron dedicar gran parte de su tiempo en recorrer refugios en busca de perritos o gatos y darles una nueva oportunidad. 

Si bien ellos quisieran llevarse a todos los animalitos, le dan prioridad a aquellos que están pronto a ser sacrificados y necesitan una última oportunidad. Por esto mismo los rescatan, para darles un poco más de tiempo. 

En un principio, Roman y su madre eran una familia normal de Texas, Estados Unidos. Pero todo cambió cuando visitaron un refugio de su ciudad en busca de un compañero para Roman el cual deseaba una mascota. 

Jennifer no entendía por qué su hijo no podía decidirse por ninguna de las opciones en el refugio. Si bien había muchos perritos tiernos y dóciles, el niño prefirió preguntar sobre el animalito que más necesitaba una familia. El encargado del lugar respondió: “bueno, sería alguno de los que van a ser sacrificados”. Ante esta declaración, el niño dijo que escogería uno de esos, decidiéndose por una perrita que se veía asustada y temerosa, seguramente intuyendo que se acercaba su final. 

A partir de entonces todo cambió para la familia, pues decidieron hacer algo para salvar a más perritos. 

Durante un año, Jennifer y Roman se dedicaron a rescatar la mayor cantidad de animales a punto de ser sacrificados para darles la oportunidad de buscar un nuevo hogar. Así, se convirtieron prácticamente en una casa de paso, llegando a atender a decenas de animales a la espera de ser adoptados. 

Si bien ambos eran felices con sus acciones altruistas, todo cambió cuando les llegó la noticia de que el padre de Roman sería trasladado a otra ciudad. Su vocación estaba en peligro de terminar por la evidente mudanza, además de que tenían 31 perros a los que todavía no les encontraban hogar. 

Fue en ese momento que decidieron trasladarse todos a la nueva ciudad y formando Freedom Ride, un proyecto que ahora salva cientos de perritos alrededor del país. 

Se trata de una plataforma de ayuda a perritos de todo el país que se encuentran en peligro y les busca una familia responsable que se haga cargo. 

Desde sus inicios, Jennifer y Roman salvaron más de 1500 perritos en todo Estados Unidos. Actualmente no dejan de recibir reconocimiento por su ardua labor. Por ejemplo, Roman recibió el premio al niño del año según American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (ASPCA).

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