“No te preocupes, yo pago”: Cómo saber si estás enamorado de una persona mantenida. 

Independientemente de los estereotipos de género, estamos hablando de equidad de condiciones, no está mal que las mujeres o los hombres paguen en alguna cita, si no que no aporten igual. 

Por allá, a mediados de la pandemia y finales de 2020, varios medios de comunicación hablaron de la separación de Ester Expósito y Alex Speitzer  y los fuertes rumores de que la ruptura fue porque Alex era un mantenido. Si bien ambos salieron a desmentir estos rumores, debemos aceptar que esta situación es bastante común. 

Hace algunos años, incluso ahora, era mal visto que las mujeres pagarán la cuenta en una cita cuando salían con un hombre. A pesar de que esto ha cambiado y las etiquetas sociales han sido desplazadas para traer un nuevo tipo de dinámicas. Ahora las relaciones buscan ser más equitativas económicamente, los roles de pareja e incluso las tareas en casa, relajando la presión social. Sin embargo, en ocasiones hay gente que abusa. 

Cuando dos personas salen en una relación o están empezando a “cortejarse” es normal que uno de los involucrados quiera pagar el consumo del otro, y eso está bien. Lo malo llega cuando uno de los involucrados se aprovecha de la situación, abusa de la confianza del otro, dejando que pague todo y deja que esto se convierta en una rutina.

 

En el amor es importante la unión y la confianza, pero es aún más importante caminar a la par y encontrar una balanza equilibrada. 

Por lo mismo, a continuación te presentamos las “red flags”, señales de alerta y las razones para empezar a sospechar de que tu pareja se está aprovechando de tu generosidad convirtiéndose en una persona mantenida. 

1-. Tu siempre pagas las cuentas. 

“No te preocupes, yo pago”, seguramente es una frase que reconoces y que dices cuando están juntos. No nos mientas, sabemos que lo haces porque tienes la sensación de que son un equipo y que no está mal que invites de vez en cuando. Ojito aquí que eso no está mal, pero lo mejor sería que fuera un equilibrio y no que de cada 3 citas que tengan, tu invites el cine y la cena: y el otro invite los tacos. 

2-. Le das muchos regalos. 

Los detalles son importantes para mantener la llama viva y demostrarle amor a tu pareja. Pero “amika date cuenta” de que en algunas ocasiones te puedes pasar un poquito o que vienen solo de tu parte. Aquí no importa si son grandes o pequeños los detalles que le das, si no que siempre estés al pendiente y dando regalos por cada pequeña cosa y la otra persona no de nada a cambio. 

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3-. Le ayudas a conseguir trabajo. 

El problema no es en sí la ayuda, claro que lo haces por le quieres, si no que la otra persona se queja de no tener dinero (tú tienes compasión y obvio le invitas cosas) y le ayudas a conseguir trabajo. Después de esto sigue en sus quejas y tu ayuda no sirvió de nada y sigue en sus vicios o incluso pierde el trabajo.  El apoyo es fundamental, pero no sirve de nada si la otra persona no pone de su parte. Como dice mi abuela: “entre más te agachas más te lo ven”.  

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4-. Tu eres quien más pone cuando salen. 

Es válido que ambas partes cooperen cuando salen en una cita, pero está medio sospechoso cuando una parte pone el 20% y la otra el 80% y lo peor que cuando se vuelve una costumbre. Entre más continúe se pone peor. 

5-. A pero sí tiene dinero para salir con otras personas. 

Es preocupante que te rechace una cita diciendo que no tiene dinero para salir, pero 2 días antes si tiene para salir con alguien.

6-. Le prestas dinero. 

Es bonito cuando alguien acude a ti para pedirte ayuda, ya que significa que te tiene confianza, pero la cosa se pone rara cuando tu pareja recurre a ti en cuanto tiene un problema económico. Puede que no te cause problema ayudarlo, pero lamento advertirte que ese dinero no volverá y peor aún, esto no se detendrá. 

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7-. Te manipula. 

Aquí es cuando salen sus dotes en la actuación para ponerse en el papel de vistima. Usará su poder de convencimiento para que aceptes que lo que viven es normal y es tu deber ser la fuente financiera en la relación, pero Amik@, date cuenta que no lo es. 

8-. Siempre olvida la cartera. 

Frases típicas de cualquier persona que quiere evitar pagar. Una vez le pasa a cualquiera, pero a diario la cosa causa desconfianza. Cuando descubres que es una constante ahí lo que tienes que hacer es dar la vuelta y huir. 

Recuerda que te queremos ver bien y te queremos ver triunfar.

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