El padre biológico no quiso separar a su hijo de la única figura materna que había conocido.
Por diversas situaciones que se presentan en la vida, puede ocurrir que un bebé, luego de nacer, termine en un hogar de acogida ya que sus padres biológicos no están presentes. Y es que son tan pequeños que necesitan cuidados especiales, y un albergue no resulta un lugar adecuado para ellos. Por suerte, hay personas dispuestas a cuidar temporalmente de estos bebés y cuando llega el momento, entregarlos a su familia definitiva, ya sea biológica o adoptiva.
Julie Long es una de estas personas con gran corazón. Durante años, ella ha recibido en su hogar a bebés para cuidarlos, protegerlos y darles mucho cariño en sus primeros días de vida. Julie se convierte en una madre temporal para el bebé pues debe entregarlo a su nueva familia; y luego el proceso vuelve a comenzar. Este noble acto también puede ser muy triste pues todos los bebés que ha cuidado Julie son muy pequeños para recordarla cuando crecen.
Es por eso que este caso resulta conmovedor, pues el padre biológico de uno de los bebés que atendió Julie, le pidió que se convirtiera en la niñera del niño. Así no estarían separados pues el hombre creyó que era muy importante ya que Julie era una figura materna para su hijo. Ella lo cuidó casi desde sus primeros días de vida.
Braelyn es un pequeño que vivió con la famila de Julie hasta que su padre biológico logró obtener la custodia total.
De acuerdo con información del medio Love What Matters, tras nacer, Braelyn no pudo ser recibido por su familia biológica. Por ciertos motivos, la madre del pequeño no pudo cuidarlo y él terminó en la casa de Julie, mientras su padre luchaba por conseguir la custodia.
La familia de Julie tiene una certificación como familia adoptiva y durante 8 años han abierto las puertas de su hogar a muchos niños, a quienes crían de manera temporal. Ellos están conscientes de que una vez que su trabajo termina, deben decir adiós para siempre -la mayoría de veces- a esos pequeños.
«La parte más difícil es decir adiós, sin dudas. Cada vez que paso por eso, paso por un proceso de duelo. Siento que hay pedacitos de mi corazón dando vueltas y no tienen idea. Todos nuestros niños adoptivos han tenido menos de 4 años, por lo que la mayoría de ellos no se acuerda de nosotros» expresó Julie.
Pero el caso de Braelyn dio un giro inesperado cuando el padre biológico le pidió a su cuidadora que se convirtiera en la niñera. El hombre explicó que no quería alejarla de la vida de su hijo porque ambos ya habían establecido un vínculo familiar.
Por supuesto, Julie no se esperaba esto; ella creyó que una vez que Braelyn estuviera con su nueva familia, no lo volvería a ver. Pero el padre necesitaba una niñera para que cuidara de su hijo mientras él estaba en el trabajo. ¡Y no había mejor persona para hacerlo que Julie!. Entonces se lo pidió y ahora, la mujer puede ver crecer a Braelyn ya que está con él casi todos los días.
«Él me lama Mamá Julie y me encanta. No soy su mamá pero soy como una madre para él. La única madre que conoce», dijo Julie.
Ella está muy agradecida con el padre de Braelyn por dejarla formar parte de su vida. Dijo que ha estado en todas las «primeras veces» del pequeño, y es algo que adora. Esta vez, no tuvo que despedirse del niño, como está acostumbrada y aunque diferente, es una experiencia muy agradable.
A pesar de tener que decir adiós constantemente a los bebés que acoge, Julie asegura que la experiencia de criar a estos niños en sus primeros años de vida es increíble. Ella está agradecida por las oportunidades que ha tenido con los pequeños al estar involucrada en sus vidas, pero sobre todo, con la oportunidad que tiene ahora de ver a Braelyn crecer.
Contesta