Despiden a profesor universitario de Nueva York porque su clase era demasiado difícil.

Aunque el profesor defendió sus criterios de evaluación y su programa, pero igualmente lo despidieron. 

El profesor Maitland Jones era una reconocida figura en el campo de la química orgánica, una materia que impartió durante varios años en la Universidad de Nueva York en Estados Unidos. Gracias a su trabajo recibió varias distinciones y reconocimientos, siendo visto como uno de los académicos más queridos. 

Sin embargo, se vio envuelto en una situación que se volvió viral, causando su despido recientemente. 

Según el diario The New York Times, la universidad tuvo que flexibilizar sus requisitos gracias a la pandemia por COVID-19. Es así que 82 de sus 350 alumnos firmaron un reclamo en su contra, razón por la que fue despedido. 

Aparentemente sus estudiantes levantaron un reclamo, pues la clase que impartía Jones era muy importante, pero era también “demasiado difícil”. Por lo tanto, lo culpaban de sus malas calificaciones. 

Si bien el profesor defendió su manera de dar la clase, las autoridades del plantel rescindieron su contrato antes de iniciar el nuevo semestre. Sin embargo, también hicieron lo posible por satisfacer a los alumnos, autorizando es una revisión personal o incluso dar de baja la materia. 

Por medio de correo electrónico, la mesa directiva informó al profesor que se tomarían nuevas medidas y le dijeron que en los planes de estudio se “tendería una mano suave, pero firme, a los estudiante y a quienes pagan la colegiatura”, haciendo referencia a los tutores de los estudiantes.

Esto desató los reclamos de la división docente de Química, así como de aquellos estudiantes que defendieron al profesor Jones. 

«Es evidente que los rectores quieren que esto concluya y que los estudiantes se queden satisfechos para que hablen muy bien de la universidad», dijo una profesora de la escuela, según señala el New York Times.

Para muchos, las acciones de la universidad son un ejemplo de lo que las escuelas están haciendo para mantener felices a los alumnos de nuevas generaciones, que se quejan de trabajar. 

Según el New York Times, el profesor Jones es famoso por haber escrito un libro de mil 300 páginas y por enseñar química orgánica de una manera peculiar. En su método, los alumnos se enfocan menos en la memorización y más en resolver los problemas. 

Recientemente escribió una queja a la universidad, señalando que los estudiantes leen mal las preguntas de los exámenes y que este problema aumentó con la pandemia. Las interrupciones por el COVID-19 sirvieron no solo para que no estudiaran si no que pareciera que no sabían cómo hacerlo. 

Afirmó que durante el periodo de clases en línea, él y otros profesores grabaron las clases con el dinero de sus propios bolsillos para que sus estudiantes pudieran estudiar más fácilmente. Otro de los maestros indicó que los estudiantes llegaban a hacer trampa en los exámenes por internet. Que al darse cuenta de esta falta de respeto, les bajaron las nota, situación que inició la queja de los estudiantes, pues «no les estaban poniendo calificaciones que les permitieran ingresar a la facultad de medicina».

El profesor Jones dijo que en 2022, pese a que las restricciones por la pandemia eran menores, los alumnos no acudían a las clases porque de todos modos tendrían asistencia, pero que tampoco veían los videos y que no eran capaces de responder a las preguntas estando presentes en las aulas.

Luego, se les ofrecieron dos grupos para tomar el curso: uno se enfocaba en la resolución de problemas y otro era con clases tradicionales; la primera fue la razón por la que también hubo quejas.

«Estamos muy preocupados por nuestras calificaciones y creemos que no reflejan bien el tiempo y el esfuerzo que le dedicamos a esta materia», decía la carta.

El profesor Jones bajó los exámenes de tres a dos, pero para los estudiantes eran menos oportunidades de mejorar sus números. Entre otros reclamos, también acusaron que el profesor usaba un tono «despectivo y autoritario» durante las sesiones.

Nathaniel J. Traaseth, otro de los catedráticos de Química de la escuela, comentó que las acciones tomadas contra Jones desalientan la enseñanza rigurosa de materias como la suya, pues están ante la amenaza de que los jóvenes envíen cartas de reclamación. «¿Qué tal si esto me sucede a mí y luego no me renuevan el contrato?», dijo.

El profesor Jones dice que no divulgó su historia con la intención de que le devuelvan el empleo, pues tenía pensado jubilarse pronto, sin embargo, solo quiere «estar seguro de que esto no le suceda a nadie más».

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