Estudiante hace papel con hojas secas de los árboles para evitar talarlos

Todo inició como un proyecto escolar, ahora ya pueden fabricar bolsas de papel y embalaje sin talar árboles y usando las hojas secas que caen. Valentyn Frechka era un estudiante que vivía en una zona rural de Ucrania. En esa época comenzó un proyecto para la escuela secundaría en el que planeaba extraer la celulosa de alta calidad de las hojas secas y así poder fabricar papel. 

Años después el joven lidera una iniciativa llamada RE-leaf PAPER que produce bolsas de papel y envases de fibra extraída de hojas muertas. 

“La idea es muy simple. Las cosas que se cree que son desechos se pueden reutilizar o reciclar. Las hojas son desechos que deben eliminarse de los parques porque emiten mucho carbono a medida que se pudren”, dijo Frechka a Reuters.

La idea ha tenido tanto éxito que hasta Google le ha brindado apoyo económico para que pueda continuar haciendo la diferencia en el mundo y beneficiar al planeta. 

“Nuestro proyecto innovador Re-Leaf Paper Technology fue reconocido por Google como una de las mejores empresas emergentes y recibirá financiación de la Fundación Google for Startups.

¿Cómo funciona?

Como primer paso recogen hojas en ambientes urbanos donde se consideran residuos. Posteriormente limpian las hojas y las procesan en un reactor químico para extraer las fibras. 

Las fibras se lavan y muelen en un proceso que no utiliza componentes químicos como el azufre o el cloro. Al final la pulpa fibrosa se mezcla con rellenos de base biológica para producir rollos de papel.

Toda su producción sin talar un solo árbol. 

RE-leaf PAPER produjo su primer lote de papel rígido elaborado con sus sistema y ahora ha empezado a crear otros productos todo a partir de la idea de un joven de secundaria. Él se inspiró en los bosques y lo que tenía a la mano para crear algo que nadie había soñado: hacer papel con hojas.

En busca de un mundo más ecológico. 

Con la ayuda de su maestro Frechka pudo completar su proyecto y hacerlo posible. La idea resultó de una coincidencia cuando rodeado por los bosques de los Cárpatos y buscando constantemente formas de evitar su tala, concluyó que las hojas caídas como parte de un árbol pueden servir como fuente de pulpa para la producción de papel. 

Esto se ha convertido en una buena forma de evitar el uso de plásticos y sobre todo de no usar árboles talados en el proceso. Dentro de los productos que se pueden crear hay una infinidad de opciones que usualmente requieren papel: canastos para huevo, bolsas, papel y todas ellas se reintegran al suelo como un material biodegradable y compostable como lo haría cualquier hoja en el bosque. 

 

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