Su esposa y 7 hijos de Stefonknee no tomaron bien el hecho y lo hecharon de casa. Después de mucho tiempo de esconderse, ahora vive feliz con una pareja que lo “adoptó”.
La aceptación por parte de los familiares cuando uno se declara, ya sea h0mos3xual, pans3xual, tr4ns o cualquiera de las variantes dentro de la comunidad LGBTQ+, es algo que se desea pero no siempre se obtiene. Es difícil aceptar que somos diferentes a lo socialmente aceptado, además de que no siempre se puede contar con el apoyo o el entorno ideal para desarrollarnos.
Paul era un hombre canadiense que no salía de lo normal. Estaba casado y tenía 7 hijos, la fotografía de una familia normal. Sin embargo, nunca se había sentido cómodo del todo en su cuerpo, por lo que cuando tenía 46 años tomó una importante decisión: declararse una mujer tr4nsgén3ro.
Pero no cambió solo su género, si no que también su edad y su nombre. Ahora Stefonknee Wolscht se declaró como una niña de 6 años.
Por medio de una entrevista con The Daily Xtra, reveló lo complicado que fue expresar el cómo se sentía y exteriorizar su verdadera identidad.
Según Wolscht, la primera vez que se dio cuenta de que es tr4nsgén3ro fue a los 6 años, por que se dió cuenta de que se ponía “celosa” de otras niñas por que podían usar vestidos siempre que quisiera. Pero nunca dijo nada con relación al tema a su familia, al menos no hasta que se casó con María.
Con ella pudo abrirse un poco y mostrarle el amor que sentía por la ropa de mujer. Aunque en un principio su esposa se sorprendió por su declaración, llegó a aceptarlo y apoyarlo. Hasta le compró un atuendo para que lo usara siempre que quisiera.
A partir de ahí empezó a ir a diversos talleres para personas como él en Toronto. Fue aquí donde comprendió realmente quién era.
Después de su revelación, reunió a su familia y les declaró que era una mujer. Sin embargo, no lo tomaron muy bien. Su esposa incluso le dio un ultimátum diciéndole que “o dejaba de ser tr4ns o se iba de la casa”.
“Para mí, ‘dejar de ser tr4ns’ no es algo que pueda hacer. Sería como decirme que deje de medir seis pies y dos (1,88 metros) o me vaya”, afirmó, así que simplemente tuvo que mudarse a otra ciudad para vivir como mujer, lugar donde comenzó con la terapia de reemplazo hormonal.
Pronto perdió a todos los clientes que tenía en su trabajo como mecánico y se quedó sin dinero más rápido de lo que esperaba. Se vio obligado a dormir por varios meses en un refugio para personas sin hogar y describe esta etapa de su vida como “Lo más difícil que ha tenido que hacer”.
Por fortuna, todo comenzó a mejorar al ser “adoptada” por una familia, donde ahora tiene padres nuevos, viste como la niña que siempre fue y pasa el tiempo jugando con la nieta de la pareja. Todos la aceptan tal cual es.
“No puedo negar que estuve casada. No puedo negar que tengo hijos. Pero he avanzado ahora y he vuelto a ser una niña. No quiero ser un adulto en este momento. Es un nuevo comienzo. Tenemos una cuasi-familia que estamos creando. Y se me permite ser exactamente quien soy“, finalizó.
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