Indígena Argentina celebra haberse graduado de maestra tras transcurrir un largo camino

Definitivamente esta mujer es el vivo ejemplo de que las limitantes te las colocas tú mismo y que cuando realmente quieres alcanzar una mete en tu vida puedes lograrlo siempre y cuando tengas la convicción de hacerlo.

Luisina Pérez es la indígena que demostró ser una verdadera luchadora que es capaz de hacer todo lo humanamente posible con tal de ver materializado su sueño de ser maestra, ya que está humilde mujer debía caminar más de 8 kilómetros diariamente para poder asistir a sus clases todos los días durante cinco años hasta que finalmente obtuvo su tan anhelado título de docente.

Luisina es perteneciente a una comunidad indígena ubicada en Santa Victoria Este, Argentina. Es la mayor de seis hermanos y vive aún con sus padres.

Todos son integrantes de la comunidad Wichí la cual se encuentra en las zonas limítrofes con Bolivia y Paraguay.

Por este motivo en la zona donde Luisina junto con su familia tienen su vivienda no hay servicio de transporte y mucho menos señal para televisión, computadora o teléfono móvil.

“Fue realmente difícil para mí salir adelante y culminar con mi carga académica, varias noches en las que llegaba con los pies destrozados pensé en desistir y dedicarme al cultivo como toda mi familia”.

Pero sus ganas de ser maestra y así poder enseñar a los niños de su comunidad eran el motor que la impulsaban a seguir y no desistir.

“Yo se que tengo un futuro prometedor y se los demostraré a todos, este es el primero de muchos logros más”.

Su profesor Jorge Rodolfo comenta.
“Sinceramente nunca imaginamos que lo lograría, es un trayecto muy largo y solitario el que día a día Luisina transitaba sin ningún tipo de ayuda.
Aquí vienen algunos y presentan sus quejas y excusas por sus faltas, pero realmente ninguna es válida cuando vemos que ella jamás falto ni un solo a día a sus clases”.

Desde el momento en que la historia de Luisina llegó a las redes sociales miles de personas han dejado sus mensajes de admiración por esta mujer indígena.

Y su profesor no pudo dejar también un sentido mensaje para su reciente colega.

“Fue un ejemplo para todos. Tú humildad y constancia dio su fruto. Siento un orgullo enorme el haber sido parte de tu formación”.

Mujeres cómo está son un ejemplo de lucha para la humanidad y que cualquier meta y sueño que te plantees puedes lograrlo.
Actualmente una de sus hermanas está cursando ya el cuarto año de esta profesión y dice que su hermana es su ejemplo a seguir.

 

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