Las ballenas son uno de los mamíferos más apreciados desde la antigüedad, ya sea por su gran tamaño o por el valor que representan, estos animales surcan los mares del mundo y sorprenden a todos con su majestuosidad.
Sin embargo, la caza furtiva y comercial también ha estado presente, a partir del siglo XX se pueden obtener registros de la cantidad de ballenas que cazaban ciertos países y que en la actualidad estas prácticas han disminuido.
Japón, Noruega e Islandia lideran las estadísticas como las naciones más activas en la caza comercial, aunque es muy poco probable que «la tierra de hielo» continué haciéndolo. Todo parece indicar que el país no va a renovar las licencias de caza después de que expiren a finales del 2023, así lo dijo el ministro de Pesca y Agricultura, Svandís Svavarsdóttir .
Además del daño y el peligro que pone a la especie su captura y venta, actualmente ya no hay mucho beneficio económico para el país, esto considerando la serie de restricciones que surgieron en la pandemia y también que Japón reanudó sus actividades en el 2019.
«Los derechos de pesca actuales serán válidos hasta 2023. Como antes, la caza de ballenas no estará permitida a partir de 2024», dijo Svavarsdóttir, miembro del Partido Verde del país, en el sitio web oficial del partido.
En el 2018, las empresas del país nórdico compartieron las cifras de caza: 146 ballenas de aleta y 6 Minke ases1nadas, en comparación con Japón, los números no resultan tan alarmantes pero ese mismo año acusaron a un grupo de balleneros de sacrificar a un raro híbrido de ballena azul, especie en peligro de extinción y protegida por muchas organizaciones.
Anualmente, Islandia tiene como cuota la caza de 209 ballenas de aleta -la segunda más grande- y 217 ballenas Minke -una de las más pequeñas y comerciales-, pero en el periodo de 2019 a la fecha, han sido muy pocas las ases1nadas.
Según el ministro de pesca de Islandia, la demanda de carne de ballena ha disminuido drásticamente y ya no es rentable, y agregó que hay poca justificación para continuar con la práctica.
Cabe recalcar que Islandia es uno de los pocos países que se han opuesto formalmente a la moratoria mundial en curso sobre la caza de ballenas establecida por la Comisión Ballenera Internacional en 1986 y recibió sanciones de los Estados Unidos en 2011 por su caza de ballenas.
Por el momento no es un tema cerrado ni defintiivo, sin embargo se volverá a abordar para ver cuál la posición del país en el 2024.
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