Manuela Gutierrez, una influencer colombiana, se comunicó con un famoso chef mexicano con una propuesta de negocios”. El cocinero respondió burlándose y exhibiéndola llamándola “Gorrón internacional”
La economía ha cambiado mucho con el paso del tiempo. Las redes sociales han brindado nuevas posibilidades de generar ingresos y los llamados “Influencers” ahora son toda una nueva oportunidad de negocio.
Personas con una gran cantidad de seguidores son los ideales para dar publicidad y visibilidad a las marcas y a cambio estas les ofrecen servicios de manera gratuita o incluso les pagan con dinero unas simples menciones en las redes sociales.
Manuela Gutierrez, una colombiana de 27 años es una destacada influencer en Instagram con más de 77 mil seguidores. Por medio de sus redes sociales ella ofrece servicios de publicidad y menciones a cambio de obtener servicios gratuitos mientras viaja y comparte sus experiencias.
Si bien su manera de trabajo no había generado problemas anteriormente, hace unos días la chica fue exhibida por Edgar Núñez, un reconocido chef mexicano.
Manuela solicitó vía Instagram una cena para dos personas en el restaurante Sud777, uno de los más famosos de todo Latinoamérica. Claro el servicio sería pagado con publicidad de los platillos y el establecimiento en el Instagram de la chica. Sin embargo, el chef no estaba muy de acuerdo con el trato por lo que solo le envió una simple burla.
Aunque la oferta de negocios no salió como se esperaba, ya que recibió una gran cantidad de críticas y fue “expuesta” en el Twitter del chef, ella decidió responder y defenderse en sus redes. Esto después de ser llamada “Gorrón internacional”.
“Yo nunca le escribí al chef directamente, le escribí al restaurante porque la verdad me parece un restaurante increíble. Yo sé que muchos no están de acuerdo con estas formas de trabajo, pero la realidad es que a muchísimos creadores nos pagan por hacer esto. Cuando nos escriben para ofrecernos sus servicios, nos pagan, y muchas otras veces es normal que uno les escriba” .
Manuela Gutiérrez en Instagram.
La también modelo aclaró que en ningún momento pensó que Edgar se tomaría a mal la petición. El intercambio entre comida y publicidad era simplemente una oferta de negocios.
“Estamos en un mundo donde no todos tenemos que estar de acuerdo. Tienen su derecho a decirme lo que quieran. Yo pienso que no actué mal, estaba haciendo una propuesta y si él lo tomó a mal, no era mi intención”.
A pesar de que Manuela salió a dar su punto de vista, Edgar también dio el suyo en su propio Facebook, donde destacó que para él trabajar con influencers no es rentable ya que “crean fantasías que no pueden pagar”, según sus propias palabras.
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