Fue a la playa y escuchó con atención las criticas e insultos de la gente a su alrededor.
Cuando una persona va a la playa lo único que quiere es disfrutar del sol, la arena y el mar. Por lo general, el «código de vestimenta» de estos lugares es un bikini; que resulta una prenda bastante llamativa que deja al descubierto gran parte del cuerpo. Y muchas mujeres se sienten apenadas de mostrar su increíble cuerpo cuando no cumple con los estándares de belleza actuales pero imposibles. Por fortuna, son cada vez más las mujeres que no dejan que estos prejuicios las afecten y deciden lucir su espectacular cuerpo en un bikini e ignorar los comentarios negativos sobre él para enfocarse en lo que verdaderamente importa.
Marie Southard Ospina es una mujer de talla grande que por primera vez se atrevió a usar un bikini e ir a la playa. Quiso desafiarse a sí misma y ponerse la diminuta prenda para observar con atención lo que sucedía con los otros playistas al mirarla. Así que con un traje de dos piezas, se plantó en una playa de España.
Marie también es escritora, por lo que quiso aprovechar la situación para hacer un reporte de su vivencia.
Entonces, observó con atención todo a su alrededor y pronto comenzó a sentir las miradas juzgonas, críticas verbales y hasta insultos. La mujer dijo que claramente se sintió vulnerable y que le parecía una locura cómo las mujeres deben ser «valientes» para usar un bikini. Esto debido a que existe un evidente rechazo hacia los cuerpos de talla grande.
De acuerdo a su experiencia, las parejas jóvenes fueron las que se reían y hacían comentarios negativos. De hecho, eran los hombres quienes comenzaban las críticas y alertaban a sus parejas de la presencia de Marie.
«Tres parejas jóvenes en total me miraron burlonamente, y en cada caso, fue el hombre quien alertó a la mujer de mi presencia», declaró ella.
La escritora consideró que los hombres se sentían de cierta manera ofendidos al verla y que las mujeres ni siquiera se habrían fijado en ella de no ser porque su pareja lo señaló. Desafortunadamente, algunas personas fueron más allá de solo mirar y comenzaron a insultar.
Un caso específico que comentó Marie fue el de un padre de mediana edad que disfrutaba de la playa con sus hijos. De esto se puede concluir que ese hombre les estaba enseñando a sus hijos a criticar y rechazar los cuerpos de talla grande.
«No tengo ninguna duda de que la gordofobia, junto con cualquier otra fobia dirigida a grupos de seres humanos, a menudo es un comportamiento aprendido», expresó Marie.
Finalmente comentó que vio a un grupo de mujeres de talla grande que también llevaban orgullosas un bikini y sintió un vínculo instantáneo. Para ella, la solidaridad entre mujeres es algo muy poderoso y basta con ver a alguien como tú para sentirte aceptada y en paz.
El mensaje que quiere transmitirle Marie a las mujeres con todo esto es que usen lo que quieran sin importar las críticas y que todos los cuerpos son aptos para usar un bikini.
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