Conseguir una vivienda propia suele ser caro y complicado. Muchas personas se ven en la necesidad de pagar un alquiler para tener un lugar donde vivir, pero esto, a la larga puede ser un inconveniente pues se siente que el dinero de la renta va a un barril sin fondo y además el arrendador puede desalojarte en cualquier momento.
Ante estas dificultades, muchas personas deciden hacer sus propias casas; así tienen cierta clase de libertad y saben que no van a quedar en la calle. En Internet se pueden encontrar un montón de ideas para este tipo de proyectos; por ejemplo, convertir un remolque, un autobús escolar o una caja de trailer en un verdadero hogar.
En esta ocasión hablaremos de una familia que vive en Minsk, Bielorrusia; en una casa que construyeron con sus propias manos y apenas mide 16 metros cuadrados.
Viktor, su esposa y su hijo Zakhar vivieron en una casa alquilada durante mucho tiempo, por la que pagaban 350 dólares al mes; pero su mayor deseo era tener finalmente una vivienda propia. Otro de sus sueños era agrandar la familia con más hijos y una mascota, pero la situación económica y el espacio que habitaban no se los permitían.
Su idea era vivir lejos de la gran ciudad, en algún lugar pintoresco digno de ser plasmado en una pintura. Así que Viktor comenzó a planear con ayuda de su hermano, la construcción de una casa ideal.
Sin embargo, estos proyectos son costosos y pueden llevar años; por lo que la familia aún tenía que seguir pagando alquiler. Es entonces que Viktor encontró una historia sobre un estudiante alemán que hizo su vivienda en un reducido espacio de tan solo 3×4 metros.
«¿Y por qué no?», se dijo a sí mismo Viktor.
Compartió la idea con su familia y de nuevo, con ayuda de su hermano, puso manos a la obra para crear una vivienda temporal que midiera 4 metros de cada lado. Su ubicación sería al aire libre y muy cerca de la casa grande que ya estaba en construcción.
La pequeña casa tiene un dormitorio, una cocina, una sala de estar y por supuesto, un esencial baño. Es decir, cuenta con todo lo indispensable y necesario para llevar una vida cómoda. Incluso ya adoptaron un el cachorro que tanto anhelaban.
Todo está perfectamente planeado, hasta el más mínimo detalle es adecuado. Aunque por fuera se ve bastante pequeña, por dentro el espacio está bien aprovechado.
La altura total es de casi 4 metros también, y la casa se divide en cuatro niveles. Sobre la sala de estar se puede encontrar el dormitorio, que tiene una medida de 1.4×2 metros. La cocina cuenta con una alacena en la parte de abajo e incluso una lavadora.
La ducha está sobre el inodoro por lo que para tomar un refrescante baño hay que sentarse. Encima de todo esto hay una especie de oficina; pues es una superficie diseñada para trabajar en la computadora. Además, la casa está diseñada para que se mantenga caliente en invierno pero fresca en verano.
Viktor hizo casi todos los muebles, y la mejor parte es que reutilizó materiales descartados de la construcción de su otra casa; lo que ayuda a disminuir los costos. En total, gastaron unos 4,200 dólares, tomando encuentra la infraestructura y electrodomésticos.
La familia está muy contenta viviendo en ese acogedor hogar que ellos mismos construyeron, aunque aún no deciden qué harán con él una vez que la casa esté terminada.
Incluso Viktor ha estado pensando que tal vez podría comenzar un negocio vendiendo estas pequeñas casas a aquellas personas que ya no quieran seguir pagando alquiler.
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