Turquía está pasando por una crisis, después del terrible sismo que azotó a varias regiones del país y de Siria, la ayuda humanitaria está llegando desde todas partes, sin embargo, con cada hora que pasa, es más difícil tratar de encontrar a más víctimas o incluso poder recuperar los cuerpos.
Sin embargo, las buenas noticias siempre son dignas de compartirse y festejarse, como la gran historia de unos recolectores de basura que decidieron convertir los desechos de otros en un auténtico tesoro.
Estos trabajadores de limpieza tuvieron la iniciativa de abrir un lugar para poder darle una segunda oportunidad a miles de libros tirados a la basura y que fueron recolectados para ser aprovechados nuevamente.
Pocos saben el gran valor que tiene un libro, pues además de ser una compilación de hojas impresas o digitales, también es capaz de contar una historia o de enseñar un aprendizaje determinado, es una increíble herramienta para transportarnos a mundos imaginarios o darnos la posibilidad de alcanzar nuestras metas gracias a la educación.
Todo nació gracias a la iniciativa de Serhat Baytemur, un joven recolector que siempre soñó con tener una biblioteca propia, por lo que al ver la cantidad de libros que eran tirados a la basura, comenzó a replantearse cuál podía ser una alternativa para salvarlos de un triste final.
Al día de hoy y con la contribución de otros voluntarios, se pudo crear una biblioteca con más de 25 mil títulos divididos en más de 17 categorías como novelas, cuentos, enciclopedias, clásicos, de arte, ciencia, revistas o periódicos.
Inicialmente se trataba de recolectar cualquier libro encontrado en un bote o tirado en una calle, de hecho, la biblioteca comenzó con solo 3,500 libros, pero ahora también se aceptan donaciones.
Encontrar un lugar adecuado para albergar la biblioteca era una misión casi imposible, por lo que al principio los trabajadores de limpieza almacenaron los libros en una antigua fábrica de ladrillos que estaba disponible en la sede del departamento de saneamiento de la ciudad.
Aunque solo los trabajadores y sus familias podían hacer uso de las instalaciones con el pasar del tiempo y al ver el aumento de libros e interés de las personas, se decidió abrir la biblioteca al público.
El gobierno de la ciudad supo de la iniciativa y contrataron a un empleado a tiempo completo para ayudarlos a administrarla, de hecho, el reciclaje no termina ahí, pues la estructura está hecha de materiales reciclados encontrados en la basura y también brinda libros a la comunidad.
Su éxito no ha terminado ahí, pues ahora los trabajadores involucrados convirtieron un camión de basura en una pequeña biblioteca móvil con el objetivo de llevar sus libros a otras escuelas cercanas.
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