En honor a sus padres la modelo Tailandesa decidió lucir con mucho orgullo el vestido que fue creado con anillas de latas. Estamos acostumbrados a ver que en este tipo de certamen impere la elegancia, el lujo y el exceso en todo, por supuesto no se espera menos para desfilar el vestido de gala para lograr captar la atencion del jurado, pero en este caso en particular no solo se vio brillar a esta hermosa participante sino también su increíble corazón y humildad.
La edición 71 del Miss Universo se ha encargado de romper todos los paradigmas que han tenido los concursos anteriores, y también está llena de historias conmovedoras como la de Miss Tailandia quien contó su historia durante la etapa preliminar del concurso de belleza. Anna Sueangam-iam se volvió rápidamente tendencia en las redes sociales luego de desfilar con total elegancia y orgullo el vestido que fue hecho de material reciclable y piedras de Swarovsky en honor a sus padres, ya que ambos eran recolectores de basura.
Sin embargo, lo que más llamó la atención del publico fue el lindo mensaje que esta joven de tan solo 23 años les envía al mundo entero, el cual no es más que no dejarse opacar y minimizar nuestros sueños por los comentarios de terceras personas y por sobre todas las cosas siempre honrar y valorar el esfuerzo que día a día hacen nuestros padres, no debemos olvidar nuestras raíces y de donde realmente venimos.
La modelo tailandesa de 23 años de edad fue criada por padres que trabajaron como recolectores de basura. Su madre, además, se dedicaba a barrer las calles de la ciudad de Bangkok, por lo que su infancia estuvo llena de carencias, pero en un hogar donde jamás falto el amor.
«Cuando decidí representar a mi país, no fue para nada como lo esperaba o soñaba, las personas se burlaban de mí, me llamaban la «Reina de la basura», por el trabajo de mis padres, pero esto nunca me detuvo, me daba más fuerzas para seguir adelante, para demostrarles que aun con sus ganas de consumir mi brillo nadie me iba a detener, el haber llegado aquí ya es un logro para mí». Expresó Anna.
Asimismo, explicaron que su vestido estuvo a cargo del diseñador Arif Jehwang de la marca MANIRAT, quien se inspiró en los comienzos humildes de Miss Tailandia para crear una “obra maestra” con materiales reciclables.
«No debes quedarte atrapado en el entorno turbio en el que naciste, pero sí creer que tienes el poder de cambiar tu propia vida para mejor». Expresó Anna.
No olvides compartir esta publicación y déjanos tu comentario para esta hermosa mujer que nos demuestra que cuando creces en un hogar donde reina el amor y el respeto no habrá nadie en el mundo que pueda minimizar tus sueños y tus ganas de brillar, pero lo más importante es que nunca debemos sentirnos avergonzados de nuestras raíces porque es eso precisamente lo que nos hizo llegar a donde estamos hoy en día y nos permite seguir creciendo como personas buenas con un corazón noble.
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